viernes, 25 de enero de 2008

Mapa del Reparto de Asia


Signos: 1) Califato de Bagdad; 2) Imperio Tang; 3) Expansión del Imperio mogol; 4) Rutas comerciales entre Europa y China en la Edad Media.

Asia fue el foco de donde partieron constantes movimientos de los pueblos que alteraron la historia de Europa. A la vez fue teatro de la constitución de colosales y efímeros imperios. No se puede comprender la historia de la Edad Media europea sin tener siempre presente los conflictos asiáticos.
En el mapa se procura sintetizar los cambios históricos experimentados en Asia, reduciendo a tres las grandes formaciones imperiales. La primera es China (signo 2), baluarte civilizado de la raza amarilla frente a las invasiones de los pueblos de la estepa. La segunda es el Califato de Bagdad, que desde el Mediterráneo hasta la India fue durante cuatro siglos emporio de cultura y de riqueza. En fin, la tercera es el imperio de los nómadas mogoles, creado por Gengis-Kan (signo 3). Esta gigantesca formación política que abarcó casi toda Asia había de dividirse en cinco grandes kanatos: los de China, Turquestán, Siberia, Persia y Horda de Oro.
Se indica en el signo 4 la ruta de las caravanas que enlazaba el Mediterráneo con China a través del Turquestán. Durante la Edad Media ésta fue la principal ruta comercial del mundo.

Mapa Colonial de Africa

1) Estados independientes a comienzos del siglo XIX; 2) Colonización alemana; 3) Íd. portuguesa; 4) Íd. inglesa; 5) Íd. francesa; 6) Íd. belga; 7) Íd. italiana.

Antes del siglo XIX sólo se conocía el litoral del continente africano donde las potencias europeas habían establecido algunas colonias. Los estados independientes se limitaban a la región mediterránea (Marruecos y regencias Turcas) o bien al macizo etíope (Abisinia) (signo1).
A lo largo del siglo XIX las potencias europeas descubrieron, conquistaron y colonizaron África. En el mapa se indican las principales exploraciones africanas organizadas por ingleses, franceses, italianos, alemanes y portugueses. Fruto de esta actividad descubridora fue la penetración pacífica de las Potencias europeas, las cuales, partiendo de la costa, se adueñaron de los territorios del interior. Francia e Inglaterra se atribuyeron la parte del león, formando Francia un imperio colonial en el Noroeste (signo 5) e Inglaterra un sólido conjunto en el Este africano (signo 4). En el Congreso de Berlín de 1885 se perfiló el reparto colonial de África. A partir de este momento, Alemania se estableció firmemente en el Continente Negro (Togo, Camerún, África Sudoccidental y Tanganika) (signo 2).
Las colonias portuguesas (signo 3) subsistieron gracias al apoyo diplomático que la metrópoli recibió en todo momento de Inglaterra.